Hace unos días me sentía bastante triste, pero sin motivo alguno. El chiste es que quería un gran apapacho. Definitivamente, mi esposo supo cómo hacerlo llevándome a cenar a I Latina, uno de los sitios que se han vuelto referente de nuestra ciudad. Probamos unos tacones de atún, buey tailandés y Pollo Yucathai. Uff! me acuerdo y se me antoja!
No hay comentarios:
Publicar un comentario